Durante estos tres meses de Erasmus en Dublín, Irlanda, he realizado las prácticas en un centro residencial de personas mayores donde he aprendido una forma diferente de trabajar, he mejorado mi inglés y mis habilidades personales como la iniciativa, la responsabilidad, la empatía y la importancia del trabajo en equipo. Los trabajadores han hecho que la experiencia sea más acogedora ya que han tenido un trato muy cercano y atento, por lo que es algo de lo que estoy muy agradecida.
Respecto al colectivo con el que he trabajado, me he dado cuenta de que es un trabajo muy gratificante ya que nos enseña a valorar las pequeñas cosas de la vida, a dejar de lado todo aquello que realmente no importa. Las personas mayores son muy sabias, y tienen tanta experiencia en la vida que sí o sí aprendes algo de ellos.
Aparte de las prácticas, he vivido una experiencia diferente. He experimentado la independencia y he conocido diferentes parques naturales como la península de Howth, la cruz de Bray, el Parque de Phoenix donde pudimos ver ciervos tras una larga caminata, entre otros.
Dicen que cuanto te vas aprendes a apreciar más lo que tenias, pues es totalmente cierto. Será de veces que no he echado de menos los días soleados en Dublín.
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